Entre abril y mayo de 2021, pasamos cuatro semanas en Yucatán, al sureste del país. Una de las razones principales por la que elegimos irnos a Yucatán es que, de todos los estados de la costa sureste de México, era el que presentaba mejor panorama de control de la pandemia y, además, las playas prometían. Durante el viaje, nos dimos cuenta de que realmente, hay que visitar Yucatán por sus cenotes, comida y herencia maya, pero sus playas también tienen su encanto.
La costa yucateca toca el Golfo de México. Lo siento: no es Caribe, por más que las personas locales quieran decir lo contrario. Eso no le quita encanto, más bien, le da una personalidad particular a sus aguas. Lo primero es que son verde-turquesa, supongo que por eso le dicen la Costa Esmeralda. Además, soy bastante bajitas: puedes entrar varios metros al mar y el nivel del agua no sube mucho.
Parece ser que la playa más famosa de esta parte de Yucatán es Progreso, probablemente porque está prácticamente a 30 minutos de Mérida en carro. Progreso es también el puerto principal de Yucatán desde finales de los 1800, cuando Sisal fue “degradada” porque recibió a la emperatriz Carlota, supuestamente. Hay bancos, tiendas, supermercados y muchos restaurantes. Nuestro favorito fue Sol y Mar: platos ricos, abundantes, a buen precio y con muy buena atención al cliente.
Si vas a Progreso, no puedes dejar de caminar todo el Malecón, ¡está muy bonito! El Faro de Progreso también es precioso y me pareció especial poder ver uno activo tan de cerca. Dicen que este faro marca el camino para pescadores y marineros desde finales de los 1800.
Si quieres explorar la zona, te recomiendo visitar estas 4 playas, a menos de una hora desde Mérida en carro:
1. Chicxulub Puerto
Esta fue nuestra base durante las 4 semanas que estuvimos en Yucatán. Es un pueblito de playa en todo el sentido: hay muchas casas y apartamentos de playa, algunos restaurantes, un pequeño muelle-malecón y varias tienditas. Pero la playa vale mucho la pena: es bajita y tranquila, incluso durante el fin de semana, porque la mayoría de la gente se queda en Progreso. Además, el camino que va desde Merida hasta aquí te lleva a través de lagunas y, si tienes suerte como nosotros, puedes ver cocodrilos desde la carretera. También está cerca de la Reserva El Corchito, donde por $90 pesos mexicanos, puedes ver manglares, animales locales y dos ojos de agua.
En Chicxulub, no hay camastros o palapas para alquilar, aunque hay dos restaurantes-bar cerca del pequeño muelle donde sí te ofrecen el servicio. Si vienes, trae toalla o manta de playa, tus bebidas y una bocina para poner música y disfrutar de un día de playa sencillo y divertido.
2. Chelem
Chelem se presenta como una ciudad de playa similar a Progreso. Hay un par de clubes de playa con piscina, donde puedes pasarte el día, comer y tener acceso a baños, vestidores, camastros y palapas. Igual, hay acceso público a la playa, no necesitas pagar para entrar y puedes llevar tus alimentos y bebidas.
3. Chuburná Puerto
Esta playa fue la sorpresa del viaje: de un lado, ves solo la costa, que no es muy diferente a las playas anteriores que quedan en el mismo camino. Pero, si subes por las pequeñas dunas, vas a llegar a esto:
De este lado, la playa es algo profunda y la corriente es un poco fuerte durante la tarde (por los vientos que vienen desde el Golfo), así que te recomiendo tener el cuidado habitual que tendrías al bañarte en el mar. También, hay montones de pececitos, así que no te sorprendas si se te cruzan o, incluso, si algunos te saltan encima.
El atardecer aquí se ve muy bonito y de vuelta a la carretera, te recomiendo ir pendiente a los puestos de venta, para que pruebes los pay de queso de bola y de coco que preparan en la zona. ¡Riquísimos!
4. Telchac Puerto
Fuimos a Telchac Puerto motivados por un pequeño museo marítimo y playas con palmeras. No vimos ni uno ni el otro: el primero, estaba cerrado y lo segundo… pues, el día de nubló desde que pusimos un pie en el pueblo.
Ahora bien, recomiendo llegar a verlo por una razón adicional: cerca de Telchac, ha abierto una cooperativa que se llama Sayachaltún. Te ofrecen paseos en lancha por manglares, el baño maya, visita a un ojo de agua y avistamiento de cocodrilos por un precio bastante más accesible que los de Celestún o Río Lagartos. Parece que también se pueden ver flamingos en su temporada “alta”, entre noviembre y febrero.
Desde que entré al lugar, me atendieron de forma muy amable y casi me vi tentada a tomar el recorrido. Los dejé para una próxima visita, pero me pareció que valdría mucho la pena, sobre todo si no puedes ir a otros destinos más populares para estas actividades.
Yucatán es una buena opción para quienes buscan buenas playas, sin el buzz de Quintana Roo u otros estados costeros más populares. Estas playas se pueden visitar todas en un fin de semana, con carro. Si viajas en transporte público, desde Progreso puedes tomar un bus colectivo a cada pueblo y de ahí tomar otro de vuelta. ¡Y no olvides probar la comida local!
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