Durante mi mes en Yucatán, no vi una ciudad más bonita que Valladolid. Fundada en 1543, Valladolid es conocida como “La Perla del Oriente” de Yucatán, y la verdad, no es una exageración. Aunque no es una ciudad grande, su arquitectura e historia la hacen sumamente interesante y fotogénica.
En la medida en que fui conociendo más de su historia, cada vez más tenía la sensación de que la relación entre Yucatán y México tenía algunos paralelismos con otros lugares que he visitado, como Quebec y Canadá, o Cataluña y España. Valladolid fue donde consolidé esa perspectiva, debido a que fue el epicentro de una batalla significativa en la historia del estado: la Guerra de Castas.
Yucatán fue parte esencial del imperio maya. En 1847, después de siglos de explotación, personas mayas se sublevaron contra el gobierno yucateco -que ya entonces era un estado de México- en reclamo de sus tierras y su libertad. La guerra se armó en Valladolid, y fue tan cruenta que la ciudad perdió ⅔ de la población. Poco antes de esta guerra, el gobierno yucateco había intentado separarse de México por diferencias políticas y económicas. Ya por entonces se hablaba de la industria del “oro verde” o henequén, que se sostenía, en gran parte, sobre la explotación laboral de indígenas e inmigrantes.
Valladolid tiene mucho que ofrecer a quienes la visitan y como está a dos horas de Mérida o de Cancún, es muy fácil de visitar. Aquí te recomiendo las mejores cosas que puedes hacer por menos de 100 pesos mexicanos o $5 USD y que seguro van a enriquecer tu visita:
1. Pasea por la Plaza Central
En el corazón de la Plaza Central está una fuente emblemática de la ciudad, “La Mestiza”. Si la visitas en la tarde, aprovecha para comerte una marquesita y ver a las personas pasar: esta plaza siempre tiene movimiento.
2. Visita la Iglesia de San Servacio
Justo al frente de la Plaza Central, verán la iglesia principal de la ciudad. Como muchas iglesias de la zona, tiene una arquitectura sencilla característica de la orden franciscana. Durante la Guerra de Castas, en su interior se ejecutó al alcalde de la ciudad y, posteriormente, sirvió como fuerte para las fuerzas conservadoras. Puedes entrar gratis y apreciar su interior renovado, ¡está bonita!
3. Camina sobre la Calzada de los Frailes
Caminar sobre esta calle es una de las cosas más emblemáticas de la ciudad. La Calzada de los Frailes conecta la zona de la Plaza Central con el Convento San Bernardino. La caminata es muy bonita, ya que puedes apreciar fachadas de casas coloniales que hoy en día son cafés, bares y restaurantes. Te recomiendo pararte en Idilio Folklore Cervecero, un beer garden con galería de arte muy agradable.
4. Visita el Convento San Bernardino de Siena y ve su show de videomapping
Este Convento es una joya que no debes dejar de visitar. Fue fundado por la orden franciscana durante la colonización española, y durante la guerra de Castas, sirvió como refugio y fuerte de defensa. Hoy en día, tiene un museo sobre la Guerra de Castas muy ilustrativo, pero lo que se lleva el premio es su interior: completamente rosa y con arcos muy bonitos. Te recomiendo visitarlo alrededor del mediodía, para que veas el juego de luces y sombras. La entrada cuesta $30 pesos.
Además, cada noche excepto los lunes, sobre el Convento se presenta un show gratuito y bien producido de videomapping, que resume muy bien la historia de la ciudad. La versión en español es a las 8pm, y en inglés, a las 9pm.
5. Date un chapuzón en un cenote
Después de caminar alrededor de la ciudad, probablemente te dé mucho calor. A menos de 30 minutos de Valladolid, hay muchos cenotes que puedes visitar. Me gustó mucho el Cenote Hacienda Oxmal ($100 pesos la entrada), aunque recomiendo ir temprano para evitar los grupos de turistas que llegan en la tarde.
Si no tienes cómo trasladarte fácilmente o prefieres quedarte en plan tranqui, en el mismo centro de Valladolid está el cenote Zací, nombrado así en honor al nombre maya de la ciudad. El cenote es grande, de tipo abierto y bastante accesible. La entrada cuesta $30 pesos.
6. Prueba los tamales colados y otras delicias gastronómicas de la zona
Luego de un largo día conociendo la ciudad, conviene terminar con una buena cena. No puedes irte de Valladolid sin probar los lomitos de Valladolid, la longaniza de Valladolid o los tamales colados. Te recomiendo visitar La Palapita de los Tamales, con un jardincito súper acogedor y unos tamales que te mueres de lo rico, bonitos y baratos. Estima unos $80 pesos por persona, por un tamal y un agua del día.
Si visitas Yucatán, Valladolid debe estar en tu lista. Disfruta de su aire tranquilo o tómala como base para visitar otras zonas de interés, como Río Lagartos o Izamal. ¿Tienes otras recomendaciones o ya la has visitado? Cuéntame en los comentarios.