En mi lista de cosas por hacer en Yucatán, ver flamingos o flamencos rosas estaba entre las prioridades. Luego de una aventura divertida, pero fallida en Celestún, decidimos irnos al otro lado del estado para probar suerte. Así, nos levantamos a las 5 de la mañana para llegar a buena hora a Río Lagartos, a menos de 4 horas desde Mérida y de 2 horas desde Valladolid.
Río Lagartos es un pueblo pesquero de Yucatán, conocido por su reserva protegida, con manglares que albergan cocodrilos, aves y miles de flamencos rosas cada año. La reserva se llama Ría Lagartos, haciendo referencia a la ría o entrada de agua de mar y tierra que genera el ecosistema de la zona.
Llegamos cerca de las 9 am y parece que nos recibió la suerte. A la entrada del pueblo, un señor nos hizo señas para pararnos. Normalmente, no hacemos caso, pero esta vez, algo nos hizo confiar. Era un guía y nos ofreció el recorrido por 900 pesos mexicanos. Como ya había aprendido de Celestún, el día anterior había llamado a dos posibles opciones de guías, para ver precios y disponibilidad. Por eso, ya sabía a) que el precio promedio rondaba los 1200 pesos por lancha y, lo más importante, b) que había flamencos a la vista.
Santiago, el guía, nos dio muy buena vibra, así que nos fuimos con él cerca de las 10 de la mañana y no nos arrepentimos. Este paseo es el must de la zona: un recorrido de aproximadamente 2 horas a través de la ría. En el camino, vimos un cocodrilo de 3 metros de largo, pelícanos mexicanos y otras aves, rodeados de manglares. Cuando llegamos a los flamencos, se nos fue el aliento. Ya los habíamos visto en zoológicos, pero apreciarlos en su hábitat natural, en todo su esplendor, es algo impresionante.
¿Sabías que los flamencos rosas no nacen de ese color? De hecho, nacen con el plumaje blanco, y mientras van creciendo, va cambiando a gris y luego, de adultos, a rosado. ¿Qué los vuelve rosados? ¡Lo que comen! Los flamencos rosas comen principalmente larvas de camarón, por eso estas zonas de Celestún y Río Lagartos son muy favorecedoras para ellos. No saben nadar, así que deben quedarse en la orilla, donde encuentran su comida fácilmente.
Nos quedamos un buen rato viendo los flamencos volar, comer y caminar con sus piernas al revés. Al retorno, nos paramos en un mirador para ver Las Coloradas desde lejos. Era cerca del mediodía, así que esperábamos ver el famoso color rosa brillante de las fotos. La verdad, no se veía más rosado que las lagunas que veíamos cada día en Chicxulub, donde nos estacionamos para nuestro mes en Yucatán.
Además, Santiago nos contó cómo la industria de la sal cambió cuando Las Coloradas, que solía ser una procesadora de sal local en los años 40, se convirtió en una industria privada. Su abuelo y su papá trabajaron toda la vida allí, hasta ese momento. Preferimos no ir y, mejor, pararnos en un ojo de agua muy coqueto, en donde nos sorprendió otro cocodrilo.
Llegando al muelle, nos moríamos de hambre. Todas las antojerías y loncherías de la zona cierran al mediodía y no abren hasta las 6pm, incluyendo las del mercado. Esperábamos comer algo rápido para continuar hasta El Cuyo, pero esto nos cambió los planes. Así que decidimos comer en el Restaurante-Hotel El Perico Marinero. La comida estaba deliciosa y a buen precio, en comparación con las demás opciones de la zona. Comimos tanto y tan rico, que quedamos bobos y ya no teníamos fuerzas para otras 3 horas de carretera
Terminamos esta visita en el cenote Kikil, a una hora al sur de Río Lagartos. Fue la opción ideal para refrescarnos después de un día agotador, antes de devolvernos a la base.
Te dejo otras recomendaciones para preparar tu visita a esta hermosa localidad:
- Trae suficiente efectivo, porque no hay bancos ni cajeros automáticos en la zona y pocos lugares aceptan tarjetas. Yo calculé unos mil pesos por persona, más dinero para gasolina y otros posibles imprevistos.
- Para el recorrido, ponte tu traje de baño, ropa cómoda, lleva agua y ponte un buen protector solar, además de gorra o sombrero. ¡Y muchos snacks!
- Puedes contratar el paseo en el muelle, al llegar al pueblo, pero te recomiendo hacerlo con Santiago. El recorrido fue seguro, muy explicativo y completo. Además, todos los guías y hasta los agentes de policía lo saludaban en la ruta, así que sospecho que debe ser alguien querido en la comunidad. Su teléfono y WhatsApp es +52 1 986 105 3824.
- Al terminar tu paseo, camina sobre el malecón del pueblo. Es bonito y te puedes tomar muy buenas fotos con la ría de fondo.
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